Jugar sin parar Unas jornadas lúdicas son experiencias en sí mismas y me hacen reflexionar sobre la forma de acceder y concebir las partidas.

Este fin de semana he formado parte de una convivencia lúdica a la que, muy acertadamente –a buen entendedor…– se le ha llamado Las Grecas. Puede que no os suene porque está organizada de forma privada, pero sus integrantes han hecho de ella, y está era su tercera edición, un punto de encuentro a tener muy en cuenta para los que hemos tenido la suerte de formar parte de la experiencia.
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