Cuando no quieres jugar más No creías que pudiera suceder que no te apeteciese jugar a un juego de mesa.

Me ocurre que cuanto menos puedo jugar, menos ganas tengo de hacerlo. Y al contrario, si puedo jugar, me apetece hacerlo. Hay rachas y etapas en nuestra vida de jugadores y deberíamos poder aceptar sin extrañarnos que puede llegar el día en el que no nos apetezca jugar a un juego de mesa.
Continúa leyendo Cuando no quieres jugar más No creías que pudiera suceder que no te apeteciese jugar a un juego de mesa.