Más espacio para los autores Aunque ha cambiado mucho el medio, todavía podríamos explorar formulas para tratar de poner a los autores de juegos en la primera línea.

Cada vez es más común que tengamos en estima y relevancia a los autores de los juegos. Pueden ser determinantes para decantar nuestras adquisiciones. Pero también me da por pensar el papel que desempeñan en todo el proceso, desde la creación del juego hasta el momento en el que compramos y disfrutamos de ellos. Si los autores son los que más saben sobre sus juegos, ¿porqué no darles más voz y un papel más importante?

Tengo la sensación de que el peso del autor de juegos en el mercado de los juegos de mesa es algo complicado de determinar para el aficionado medio y a veces también para el especialista. Puede que sea también dificil de discernir si los autores extranjeros tienen un peso más importante en el mercado extranjero que el que tienen en el mercado español. Estoy seguro de que, en líneas generales y salvando distancias, no debe de ser muy lejano a nuestro caso.

No es especialmente comparable la cultura de los juegos de mesa que tienen algunos países centroeuropeos con otros que han ignorando hasta hace relativamente poco el nombre del autor a la hora de poner los créditos correspondientes en la caja. Y, además, son pocos los autores que viven exclusivamente de la creación de juegos–aunque a veces pienso que llevamos diciendo esto último demasiado tiempo–.

Y aunque estos apuntes tengan mucho que ver con esa apreciación que tengo actualmente, quiero hacer más hincapié en la sensación y la percepción que tenemos de los autores. Es decir ¿cuál es el peso del autor en el mercado y en el ideario del consumidor y del jugador?

Los juegos de Fantasy Flight con licencias importantes como las de Star Wars han sido siempre más dificiles de vincular a sus autores, haciendo predominante el tema muy por encima de cualquier otro aspecto.

Le pregunté a Dereck, creador del podcast SoloBGPodcast, residente en Indianápolis, sobre este asunto. Dereck cree que en los últimos años se nota mucho que las editoriales fomentan más las entrevistas y la participación de los autores en la visibilidad del juego. «Ahora los aficionados tienen cada vez más claro quienes son los autores. Igual que distinguimos la obra de Nolan, Kafka o Scott Card, sabemos qué esperar de Turczy, Stegmaier o los hermanos Sadler. O el ejemplo mismo de Frostheaven, recaudando 12 millones de euros porque ya se identifica al autor, el juego, y además otros autores de renombre realizaron expansiones para su juego. El nombre de los autores terminará siendo una ventana de mercadotecnia para que los proyectos se acaben por vender mejor.»

En los juegos de mesa, por el recorrido histórico y cultural que tienen, hay una dicotomía bastante diferente al mismo aspecto en cómo otras aficiones con más calado tratan a los autores de producto. Quizá la razón principal sea la relevancia del producto por encima de los autores. Los juegos han sido siempre objetos de ocio que se han comercializado con características asépticas y no sentimentales. Los autores entran dentro de sus características, y si los juegos no tienden a abogar por las emociones, los autores están fuera de ellas.

Uwe Rosemberg en Spiel de Essen 2019

Una vez, en Planeta de Juegos, dije algo hace tiempo algo acerca de la edad de los autores de juegos de mesa. Comentaba que los aficionados habíamos crecido casi a la par que ellos, en cuanto a que la explosión de los juegos de mesa modernos, tal y como la conocemos, había acontecido desde hace relativamente poco. Esto hacía que muchos de nuestros autores de juegos favoritos actuales –salvando excepciones– tuvieran la misma edad media que muchos aficionados. Y puede que la ausencia de estos referentes que otorga el tiempo y la visión en perspectiva sean algo que con el paso del tiempo tienda a cambiar.

Y no es que las editoriales no valoren a los autores, es que no encuentran fórmulas por las cuales poder hacer que su valor pueda añadirse a crear interés y potenciar todo lo que envuelve al producto. Y todo ello a pesar de tener autores españoles al alcance de su mano. Y da la sensación de que las editoriales que adquieren licencias extranjeras apenas sí ven viable fomentar la visibilidad del autor. Puede que no crean que dar esa relevancia extra al autor sea una línea a explotar como algo que acompañe a la promoción del juego, a pesar de tener el privilegiado acceso a él. ¿Por qué?

Quizá la pregunta que haya de ser respondida es esta: ¿el papel o la figura del autor es relevante para comercializarlo?

Algunos de los juegos de Allué, en su mayoría dirigidos a un público infantil y juvenil. Foto: Josep Maria Allué.

Josep Maria Allué es uno de los autores más prolíficos de nuestro país, con juegos premiados internacionalmente y varios libros escritos sobre el medio: «En la música es imposible no reconocer al autor, en el cine ya es más difícil saber quién fue el guionista o el director, el público se queda con los actores y en libros y juegos cuesta más destacar. Nuestra producción está desligada físicamente de nuestra imagen.» Allué cree que el reconocimiento del autor tiene también pasos pendientes por parte de muchos de los protagonistas del mundo de los juegos:

«Pero justo por eso creo que es importante porque, a parte de que es de justicia reconocer a cualquiera sus obras, cualquier ámbito cultural tiene más proyección, fuerza y afición cuanto más se conoce a sus promotores y eso interesa tanto a los aficionados a los juegos como a los que viven profesionalmente del sector».

Allué incide en esto: «Para conseguirlo creo que es importante una apuesta por parte de los medios de comunicación del sector, que ya se hace, de las editoriales para referenciar y hacer visibles a los autores y evidentemente por parte de los autores, para estar disponibles y dispuestos a dedicar parte de su tiempo a presentaciones, ferias, actividades entorno al juego y participar en acciones comunicativas cuando se les pida».

Al igual que ocurre con los videojuegos, la industria del ocio ha puesto en primera línea los nombres de los autores cuando los nichos han sido el objetivo final de la producción y al que estaba destinado el producto. Cuando un nicho deja de tomarse como tal tiende a transformar la idea del concepto de venta del producto.

¿Quizá en juegos de mesa no incidimos suficiente en la importancia que tiene el autor? ¿Es posible que, como decía al principio, el peso del autor sea una realidad nublada porque entre todos hemos dejado de darle mas voz?

Nos hemos hartado de ver autores con sus juegos en ferias de prototipos, en demostraciones, partiéndose la cara día a día por hacer más interesante su producto y adquiriendo roles que quizá no podían o no debían asumir –pero sin poder dejar de hacerlo–. En España tenemos una idea del autor patrio como ese todoterreno que es capaz de crear una editorial para poder ver publicado su juego.

Mark Herman es uno de los autores de GMT que mayor libertad creativa tiene en la editorial. Foto:GMT

Pero si intercede una editorial por medio ¿qué más podría hacer el autor por su obra, además del innegable «todo» que es el crearla? La pregunta siempre se refiere a sus apetencias y capacidades, ya que no es de recibo que un autor haga más de lo que le corresponde como autor –en un sentido de exceso de trabajo, claro–. Pero, ¿no podría la editorial “aprovecharse” más de su rol de autor? Quizá habría que dejar intervenir a los autores, escucharles y permitir un arco de creatividad también en su manera de comunicar sobre su juego a los potenciales jugadores y ver cómo pueden fomentar más interés por el juego.

Siempre he sido defensor del «los autores crean, los editores y el mercado se encarga del resto». Pero en el campo de juegos de mesa, donde las líneas que diferencian estos roles son a veces tan sumamente difusas, no estoy seguro de quién debe escuchar a quién para depende de qué cosas.

Aquí también influye el interés de la afición por ciertas cosas–no confundir con la madurez de la afición, que eso se mide por otras cosas–. Ya hemos visto varias veces en las que autores internacionales acuden a ferias en nuestro país para dar charlas que terminan dejando demasiadas butacas vacías. Puede que lo que los autores tengan mucho que decir, más allá de crear su producto, no nos interese más que a unos pocos. Y tampoco pasa nada, no hay que rasgarse las vestiduras. Pero es un reflejo de todo lo anterior, de una forma de proyectar el producto durante mucho tiempo que hace que el autor no esté en primera línea. Es algo que se ha normalizado lo de el situar al juego por encima de su creador. Visto en perspectiva, parece ser una realidad que dispone al autor en lugares que no le competen, porque lo hemos decidido entre todos, incluso lo han hecho ellos mismos quizá sin darse cuenta.

Pero creo que no debe de ser tan difícil facilitar a los autores medios para que aporten más a su obra y enriquezcan el proceso por el cual el aficionado puede llegar a esa obra. Quizá habría que variar el concepto acerca de lo que querríamos que el autor hiciese por su obra o lo que los editores hacen para ayudar al autor. En este último caso hay ejemplos como la campaña que Mont Taber realizó de Dr Jeckyll y Mr Hyde y de El diablo en la botella en la plataforma Verkami, crearon entradas de su blog para los que apoyamos el proyecto en el que daban aportes con contenido contextual y histórico e íntimo, casi de un modo costumbrista, convirtiendo en el proceso en un interesante envoltorio para los juegos que iban a publicar. No eran los autores de los juegos pero tomaron el papel de quienes bien podrían ser ellos, dando información más allá del propio juego, algo que parecen ser los autores los únicos que tienen la potestad de hacerlo.

El prototipo de Oath, de Cole Wehrle. Foto: Leader Games

Por supuesto, hay casos en los que esto sí se fomenta. Y quizá sea esto lo que ocurre cuando se les ofrecen las herramientas necesarias. Por ejemplo, los diarios de diseño que salen de los propios autores cuando estos tienen un peso específico en las editoriales, como puede ser el caso de Leader Games y sus los famosos diarios de diseño de Cole Wherle, del que podéis leer su traducción en el blog de Cadiz Estocolmo.

En GMT, editorial que edita fundamentalmente juegos de temática histórica, fomentan que el autor se explaye con textos que además de hacer entender mejor la época histórica en la que se desarrollan, permita dar espacio para explicar las inquietudes del autor para hacer el juego. A veces sus reglas, que tienen fama de esquemáticas y no especialmente accesibles, resultan más interesantes gracias a esos apuntes históricos y a la manga ancha que les dan a sus autores.

¿Por los editores no suelen dar más proyección a sus autores, ya sean licencias y autores de otros países, y participan de forma más activa con ellos en la divulgación del juego? Ya no hablo los juegos de cosecha propia, también las licencias. ¿Quizá un vídeo con los autores de la llamada «escuela italiana» hablando de algún juego, grabado por alguna de las editoriales que tienen licenciados sus juegos en nuestro país? ¿Vital Lacerda respondiendo a algunas preguntas de los aficionados en las redes sociales de la editorial que edita sus juegos en español? ¿Ilustradores de juegos donando algún dibujo original para sortearlo como ocasión de la salida del juego? ¿Autores explicando por qué tomar un tema para sus juegos en favor de otro? ¿Por qué no se potencian las entrevistas a los autores en las redes sociales de las editoriales como añadido al plan de comunicación de sus lanzamientos?

La publicación de Tussie Mussie irá acompañada de la entrevista a su autora.
Foto: Kickstarter.

Salt and Pepper Games tiene en su web entrevistas a los autores de los juegos licenciados que ha publicado en español: a Danni Devine (Expansiópolis y Caravana al Oeste) a Matthias Cramer (Watergate) y aún pendiente por publicar también la realizada a Elizabeth Hargrave por motivo de la próxima publicación de su juego Tussie Mussie. Sobre este tema, Gonzalo, uno de los editores de esta editorial, también considera que este tipo de aportes son, además, una forma de agradecimiento a los autores por sus obras.

«Nos gusta hacer entrevistas a los autores por poder aportar mayor contexto al juego y que el posible comprador pueda tener una visión más completa de lo que el juego le puede ofrecer. Y como jugador, ya no como editor, siempre es interesante conocer qué ha llevado a un autor a hacer un juego, de dónde viene el tema, cómo se le ocurrieron las mecánicas….».

Gonzalo es, además, jugador prolífico desde hace años y autor de un blog muy conocido; La gaceta de los tableros: «Nosotros siempre apostamos por darles la mayor visibilidad posible pero es que también es una forma de agradecimiento a su trabajo. Y es una buena forma de comunicación de una editorial con sus seguidores».

Seguramente muchas de esta, como decía antes, dependan de la capacidad para dotar de herramientas a los autores y a la editorial. Mucho de esto tendrá que ver con el dinero, con la –aquí sí–inmadurez del mercado de los juegos. Supongo que no siempre se puede traer a Roberto Fraga de tour junto con Albert Monteys como hizo Devir con Gretchinz, o pagarle la estancia a Eric M. Lang como hiciera Asmodee para las Game On.

Pero, como dice Gonzalo, a lo mejor es algo más allá de dar la posiblilidad a los autores de tener un espacio más amplio en todo este proceso y visibilizarlos como merecen. Es también una forma de darles las gracias.

Especial gracias a Gonzalo, Dereck y Josep Maria por contestar a mis preguntas.

Publicado por

LuisFley

Juego a juegos de mesa y casi siempre pierdo. Poco más que decir. Si acaso, que grabo un Podcast sobre ello llamado 'Planeta de Juegos'.

2 comentarios en “Más espacio para los autores Aunque ha cambiado mucho el medio, todavía podríamos explorar formulas para tratar de poner a los autores de juegos en la primera línea.

  1. Supongo que esto cambiará según el negocio sea mayor, se mueva más dinero y entre gente más joven.
    Asocio lo que dices al fenómeno fandom y es cuestión de tiempo que los aficionados busquen referentes, ya sea en reseñadores, autores o incluso jugadores (en el caso de juegos competitivos que tengan ligas o similares)
    Creo que ha ocurrido así siempre, según lo mayoritaria que sea esa actividad. Veo a mi hijo que sigue a ciertos youtubers y canales de Minecraft, cosa que para mí es bastante lejana. No creo que yo llegue a desarrollar un fenómeno fandom por ciertos autores de juegos, como sí lo he tenido con escritores. Pero será más por edad que por otra cosas.
    Quién sabe si en unos años llevaremos a las CLBSK camisetas de nuestros autores favoritos y los Chvátilianos y los Feldenses entraran al colegio mayor por entradas distintas para evitar altercados.

    1. Hola, Jose Luis:
      Lo primero ¡Muchísimas gracias por dejar tu comentario!
      Pienso como tu, entre otras cosas, uno de las razones más improtantes es la de que se mueva más o menos dinero.
      No creo tampoco que se vaya a desarrollar fenómeno fandom por algunos autores porque creo que los juegos no llevan implícito un apartado sentimental y creo que eso los aleja de lo que nos une más facilmente a la gente que admiramos. Un vídeojuego trata de generan sentimientos y un juego de mesa es más dificil, por eso es complicado poner en valor cosas que otros aspectos de otras aficiones pueden hacer más facilmente.
      Un fuerte abrazo!

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