Treasure Island / Matagot 2018

Cambio de escenario Cuando tu grupo de juego habitual cambia, puede que tu colección de juegos también deba cambiar.

Hay escenarios que cambian nuestra concepción de cómo, dónde y con quién jugamos. Asuntos que nos competen pero que no dependen siempre de nosotros y sin embargo nos afectan de manera directa. La teoría del caos, una tecla pulsada en un momento determinado puede hacer, de golpe, que tengas que plantearte gran parte de tu colección de juegos y haya que cambiar de escenario.

Éste es el caso: hace un par de meses mi grupo de juegos habitual, con el que juego en casa, se ha visto desmantelado por diversas razones; temas personales y de trabajo. El caso es que a los integrantes del grupo que solíamos quedar nos va a ser complicado jugar con tanta asiduidad como antes. A pesar de todo lo demás, llegado al punto en el que nos interesa, el de la gestión de un grupo de juego, es complicado ver con buenos ojos este cambio de situación.

Root, uno de mis juegos favoritos de 2018, hoy por hoy relegado a ser jugado en el club, dificilmente verá ya la luz en mi casa. Root / Leader Games 2018

Una vez me di cuenta de que ocurría, nos vimos en que la necesidad de adaptarnos nos venía impuesta. No habría problema, pensé, simplemente adecuaremos nuestros tiempos y veremos a qué podemos jugar. Pero ha sido difícil, y por razones que no voy a nombrar por no volcar más temas de los que debiera –como si no lo hiciera nunca…–la situación tiene pinta de ser bastante a largo plazo. Pero la problemática llega cuando me detengo a mirar mis juegos y veo que, durante todos estos años, los he adquirido con la vista en este grupo concreto.

¿Cuántas veces a lo largo de tu vida has tenido que reinterpretar tu colección de juegos para ver si podría adecuarse a tu estado actual? Porque mirando a mi estantería, me veo con juegos que difícilmente voy a sacar a jugar a no ser que cambie éste escenario. Veo juegos que antes salían fácilmente, Rising Sun , Mansiones de la locura, This War of Mine, con su contundencia en cuanto a espacio y duración, que se ven de repente puestos en el paredón.

Miro mis estanterías de juegos y veo que muchos de ellos han sido adquiridos según la circunstancia que he tenido en estos últimos años, la de tener la posibilidad de jugar juegos temáticos o euros medios y familiares. Quitando un bajo porcentaje de juegos que tengo claro que no jugaría en casa, veo que los que tengo han ido entrando en las estanterías gracias a pensar que el grupo que hasta ahora tenía de juego iba a ser el que se adecuase a ellos.

Todo 2018 fantaseando con la idea de adquirir un Kingdom Death Monster, y soy más consciente que nunca que de hacerlo, no lo jugaría en casa. De momento, tengo (felices) alternativas.

Tengo la sensación de que muchos de los juegos que tengo los he comprado porque podía jugarlos, no porque fueran mi primera elección en el momento de elegirlos. ¿Es esto malo? Supongo que no, pero siempre estás expuesto a que ocurra lo que ha pasado y que te plantees qué hacer ahora.

Creo, además, que esta es una manera como otra cualquiera de interpretar los juegos que adquieres. No es que no haya comprado lo que no quería tener, pero la lista imaginaria de razones por las que he comprado juegos ahora se ven en compromiso. Recuerdo, por ejemplo, cuando compré Guerra del anillo hace ya tiempo y un amigo me dijo que era un juego magnífico que iba a estar en mi estantería durante años. Pero lo dijo con un doble sentido que se empeñó en recalcarme; era un juego excelente al que no iba apenas a jugar. Seguramente proyectamos nuestras propias experiencias – y frustraciones– en los demás y muchas veces pensamos que nuestra forma de ver esta afición es extrapolable a lo que cada uno vive de puertas adentro. El de Guerra del anillo es un ejemplo de un juego que compré para mí aun sabiendo que seguramente no podría jugarlo tanto como querría, y sin embargo sí lo hice, jugué en casa, en el club y le he sacado partido y seguiré sacándoselo durante años.

Algo que no me ha ocurrido con otros, a los que he dado oportunidades, a pesar de que no me brillasen los ojos al pasar por caja con ellos bajo el brazo, pero con la confianza de que iba a poder jugarlos y finalmente no fue así. Y esos son los juegos que ahora se ven comprometidos.

La misma premisa que tenía hasta ahora, la de poner rápidamente a la venta juegos que no juego ¿debería utilizarla para sanear mi estantería y adecuarla a mi estado actual? Entraría en una espiral en la que la colección de juegos –me cuesta llamarla colección, porque no considero que esté coleccionando nada, pero creo que me entendéis– pasaría a formar parte en un trajín agotador de juegos que entran y salen de casa. Pero siendo sincero conmigo mismo, es posible que muchos de los juegos que tengo no los juegue hasta quién sabe cuándo. Y si, hasta hace nada, esa era una condición para “darles boleto” sin contemplaciones, ¿por qué no hacerlo ahora?

Uno de los juegos que más gracia nos hicieron éste Essen, ‘Treasure Island’, disfrutable a cinco jugadores pero en inglés, tendrá que esperar turno en la estantería. Treasure Island / Matagot 2018

Me hace plantearme las palabras de mi compañero de ‘Planeta de juegos’, Chechu, que ante mi poco aprecio al hecho de acumular juegos que no tengo ocasión de jugar, siempre dice que él los guarda porque nunca sabe en qué momento tendrá la oportunidad de jugarlos. Pero, en mi caso, supongo que prefiero sustentar mis preceptos sobre los juegos que tengo y juego desde la premisa de que mi estantería está “viva”, que una estantería estática es un montón de promesas cogiendo polvo, y que los inconvenientes del espacio físico no se solventan haciendo castillos en el aire de un futuro en el que el tiempo nos es regalado para hacer con él lo que queramos–jugar a esos juegos, en nuestro caso–.

Tener juegos “por si acaso” es plantear una posibilidad que se completa cuando uno valora esa posibilidad por encima del propio juego y de sus circunstancias. Y creo que, de repente, en mi caso, el primer golpe reside en ver más clara la idea de “no adquirir”, pues tiene total sentido en mi cabeza que si no voy a jugar en el lugar donde antes lo hacía, y teniendo el club bien surtido, apenas debería tampoco comprar juegos. Sea como sea, actualizado en éste momento, entrado en febrero, el último juego comprado ya data de mediados de diciembre. Y es posible que éste nuevo paradigma me obligue a seguir en ésta línea.

Así que, por terminar, cuando las ideas de la posesión y la colección no tienen peso, tienen que tener peso otras razones. Y si esas razones cambian, todo lo demás debería cambiar. Siempre hay una razón para tener un juego y no otro en la estantería.

Publicado por

LuisFley

Juego a juegos de mesa y casi siempre pierdo. Poco más que decir. Si acaso, que grabo un Podcast sobre ello llamado 'Planeta de Juegos'.

3 comentarios en “Cambio de escenario Cuando tu grupo de juego habitual cambia, puede que tu colección de juegos también deba cambiar.

  1. Respetando tu análisis, a mí me pasa en cierta medida lo mismo, cuando las circunstancias de tu grupo varíen siempre tendrás la oportunidad de cambiar y adquirir otros juegos que se adapten a esa nueva situación. Un saludo me encanta el nombre de tu blog, me identifico con jugar, con independencia del resultado, que para mí es lo de menos, mientras disfrute del proceso

    1. Hola, Raúl:

      La verdad es que siempre habrá una forma de adaptarse, sobre todo si todo varía como dices, siempre se pueden adquirir nuevos juegos dependiendo de tu actual situación… pero imagínate si esa situación es todo lo contrario a lo que tenías hasta ahora. Un oyente, a propósito de éste post, me ha comentado que él hace años perdió al amigo con el que jugaba, que se mudó del pueblo donde vive, y hace unos cinco años que apenas juega ya a todos los juegos que compraron entre ambos y que llevan desde entonces en la estantería. Todo lo que puede jugar son juegos que a él no le apasionan, pero que al menos puede jugar algo. Las circustancias son complejas y muchas veces los que tenemos todo de cara no nos damos cuenta de la suerte que tenemos.
      ¡Mil gracias por el comentario!

  2. Muy buenas, Luis,

    Hay veces que resulta sencillo sacar parecidos con otras aficiones. Como, por ejemplo, el problema del espacio en casa o las ventajas que te brinda asomarte a una comunidad llena de gente con ganas de compartir.
    Pero esta afición es tiene algo muy propio, y es la desposesión en muchos casos de tus inquietudes originales.
    El tiempo, el dinero, el espacio van limitando tus posibilidades a la hora de perseguir tus anhelos lúdicos. Y el grupo, las influencias de los medios y tu propio bagaje lúdico van moldeándote como jugador. Cada uno de estos elementos genera una tensión que te va reubicando como jugador.
    Evidentemente en el resto de las aficiones también evolucionas, pero el mundo del juego tiene un peaje muy alto para poderse realizar al completo.
    No quieres dar pasos en falso porque son costosos. Informarte sobre un juego, aprender a jugarlo, comprarlo, organizar la partida, etc. Quieres que todo vaya como la seda. Así que te vas adaptando tu criterio a todo esto.

    La pregunta es: ¿estaríamos siendo conformistas?

    Es muy importante pasarlo bien ya que es el fin último del juego. Pero con lo costoso que conseguir tiempo, ¿no deberías jugar a lo que más quieras para que la experiencia sea lo más potente posible?

    Un saludo

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