Bibliotecas llenas de juegos que se te caen! Esta foto tiene un par de meses y ya veo 4 o 5 que ya viven con otro dueño.

Mindfulness en los juegos de mesa (y 2) Algunos trucos del Mindfulness para disfrutar más y mejor de tus juegos

Desde que ha empezado el nuevo año he escuchado varias voces que me han hecho pensar en que era el momento perfecto para retomar el artículo que tenéis entre manos y que continúa la serie que iniciara con Mindfulness y los juegos de mesa (1).

En este caso puede llevar a engaño el pensar que el artículo que vais a leer tiene que ver con el hecho de que los juegos de mesa sean utilizados para realizar la práctica del mindfulness. Es más bien al contrario: cómo la práctica del minfullness puede ayudarnos a disfrutar más y mejor de nuestros juegos de mesa.

Muchos de nosotros nos movemos en un entorno cercano a los jugadores de un perfil más “hardcore”, aquellos que hacen de su hobby su pasión y de su pasión a veces una obsesión. Juegan mucho, a mucha cantidad de juegos diferentes y ponen mucha carne en el asador de su tiempo y su energía así como una dedicación que va más allá del simple hecho de jugar.

Y en esos ambientes no es la primera vez que escucho cierta preocupación o desidida a la hora de plantearse si se está acometiendo este hobby de forma sana, más o menos comprendiéndose ese término del modo más reconocible posible, es decir, de una manera que no acabe de molestar ni incomodar al que practica el hobby. Hay muchas voces que llevan pidiendo, alrededor de este círculo de núcleos duros de jugadores, un poco de paciencia, un frenazo y la necesidad de atender a algunas querencias que se han visto olvidadas o que directamente se han acabado ignorando.

Ya lo he contado por aquí alguna vez. Si alguno de los que lee esto me conoce es por mi faceta como jugador de juegos y porque hablo de ellos en el podcast Planeta de Juegos. Pero soy, ante todo, lector de libros, y he tenido un sinfín de problemas con la que, antes, consideraba que era “mi colección”. En realidad mi proceso de relación con los libros se basaba en una constante acumulación y una permanente fatiga por intentar clasificarlos, por conseguir más libros que hablaran sobre los temas que me interesaran o sobre los autores a los que les tenía echada la pista. Y luego venía el agobio y la ansiedad de no poder darles cabida física ni abasto para leerlos.

Hay un maravilloso libro de Jacques Bonnet llamado “Bibliotecas llenas de fantasmas” en el que liga de manera histórica cómo vivían este problema grandes coleccionistas de libros que escribieron sobre ello. Algunos quemaban sus libros como recelo y forma de purgar su biblioteca, otros compraban casas enteras con el fin de poder resguardarlos, algunos los guardaban en el aseo –el día que tengáis que guardar vuestros juegos junto al váter, id a ver al médico de inmediato– y así sucesivamente mostraba problemas relacionados con el exceso de celo a los libros y la complejidad de ubicarlos con total garantía de no perder la razón ni hacer que los suelos de las casas se hundieran.

Sin embargo, todos los protagonistas del libro acuden a sus estanterías para calmar la ausencia de certezas, las miran y remiran buscando respuestas a sus propias inquietudes aún a sabiendas de que posiblemente no las encuentren en ellas. Su posesión, en el sentido más infalible de la palabra “poseer”, les servía para apaciguar demonios interiores. Si pensáis vuestro entorno es muy posible que localicéis a personas a vuestro alrededor relacionadas con este perfil.

¡Bibliotecas llenas de juegos que se te caen! Esta foto tiene algún tiempo y ya veo 4 o 5 que ya viven con otro dueño.

Ahí llega el punto en el que el primer paso es ser conscientes de que la idea de comprar tiene un empuje y un tirón sobre ti superior al hecho de jugar. El sentimiento inicial es el de jugar, porque este es tu mundo, el que te gusta, el de los juegos de mesa. Pero después queda la adquisición, la compra y el completismo. Y este último impulso puede estar por encima del hecho en sí mismo de jugar. Supongo que esto es como lo de que los problemas mejor reconocerlos primero. O algo así. Es decir, en realidad, la cosa es saber dónde estás, en qué lugar te encuentras en toda esta cadena de compro-juego-compro-no juego-compro-no vendo-compro…  en el que el único constante es el comprar. ¿Dónde te encuentras? ¿Te ves reflejado en algún patrón parecido?

Muchas veces insistimos en que si tienes dinero, puedes permitírtelo y no te supone un problema, por qué vas a detener tu ritmo de compras. Esto tiene un doble filo bastante claro. Desde luego que no hay problema ninguno si no haces daño a nadie con nada –ni a ti mismo–pero presuponemos que si estas en este punto, en esta escalera, es que hay algo de este comportamiento que no te hace gracia. No es sobre el dinero que gastes, eso sería un problema a tratar de otras maneras.

Hay quien dice que ese parte de esta afición. No es cierto. Quizá rebuscar juegos antiguos, descatalogados, ediciones especiales y demás rarezas pueda encuadrarse en un estadio de coleccionismo que sí que interese emparentar con actitudes de diversión en las que sí que sí se impliquen sensaciones diferentes. Me niego a pensar en que parte de esta afición conlleva es comprar sistemáticamente, con poco nivel de criterio –o ninguno–simplemente basándonos en que son juegos nuevos, que tienen tirón mediático, o se ven desde la perspectiva condicionada por el coleccionista y el “necesito tenerlo”, para darles una vida no práctica y dejarlos morir en la estantería. Insisto, no hablo del punto del coleccionismo, y temo que más de uno al leer esto piense en mezclar la línea ligera que separa concebirlo como coleccionismo con el hecho de que haya un problema en ello.

Una vez tengamos claro que no queremos seguir este camino y que compramos en exceso o que queremos aprovechar de lo que tenemos, tendríamos que plantearnos qué queremos hacer y de qué manera mejorar nuestra experiencia con nuestra afición. Hay algunas técnicas del libro “Minfulness en la vida cotidiana.” de Kabath-Zinn muy aplicables a todo lo que estamos hablando.

¿Quién tiene a quién? Meepelcidio a lo Gulliver.

La disciplina del mindfulness consiste principalmente en revisar con atención el presente de forma que no llenemos Atención plena al ahora. Y la mente se entrena para ello, hay herramientas para hacerlo de la misma forma que pudiera realizarse con un músculúo cualquiera. Ya no solo por lo que nos ocupa, los juegos de mesa, sino para cualquier aspecto de vuestra vida en general, os aconsejo vivamente echarle un vistazo al libro que os he comentado.

Algunos ejercicios que pueden ayudar y a mí me sirvieron con mis pequeña guerra con los libros fueron estos:

–Te diviertes mirando novedades, buscándolas por internet, entrando en tiendas online, viendo foros y etcétera; extrapola ese placer al hecho de que puede que el placer en sí mismo esté ahí, en hacer esta actividad y en el hecho de comprar el juego. Lo que ocurre después de pagar y vaciar el carrito de la compra puede que no sea más que una vuelta a empezar y comenzar el mismo proceso de nuevo. ¿Te ocurre a ti?

–Acotar nuestras querencias y deseos a un puñado de opciones. Hay tantas cosas disponibles pueden formar parte de una oferta demasiado suculenta e imposible de abarcar. Así pues, has de ser tú quien escoja tu propia oferta, y no permitir que el mercado sea el que escoja por ti. Elige qué quieres, cuál va a ser tu oferta, en qué punto quieres dejar pasar los estímulos y decidir si los que traspasan esa barrera forman parte de la oferta que tú has elegido.

–Comparte objetivo con tu grupo habitual de juego. Si hay tres opciones y no sabes cuál elegir, es posible que alguien de tu entorno tenga la misma duda y que podáis repartiros objetivos. De los tres kickstarters en los que estas a punto de meterte, es posible que tus amiguetes de grupo de juego estén los tengan en su punto de mira también. ¿Por qué no hablar con ellos y quizá así ayudarte a escoger? Ya, ya sé que esto va directamente en contra de la idea de coleccionismo que puede que tengas en la cabeza, pero… realmente de esto trata este post y estos ejercicios, ¿no?

–Mira tu estantería, acércate y coge los juegos que compraste empujado por las ganas de jugarlos. Así rollo Gollum, «mi tesoooooro…». Vuelve a acordarte de aquellos juegos que estuviste esperando durante tanto tiempo y, o bien no has jugado, o apenas le has echado una partida. Pero hazlo, en serio, échale un rato a rebuscar. Sé conciso además. Elige una estantería, elige una balda, y quédate con ella durante ese ratito; no te vayas más allá de las cuatro maderas que la forman. Oblígate a no desviar tu atención. Parece sencillo y quizá te suene absurdo, pero uno de los peores enemigos de nuestro hobby es muchas veces la incapacidad de centrarnos demasiado y profundizar de forma unitaria, y querer ver todos los juegos como una sucesión de estímulos –¡un poco al menos, no hace falta que exprimas los juegos hasta que se deshagan las piezas y hasta que entiendas los motivos personales del autor para crearlos!–. Porque somos como el perrete de la película UP, que cada vez que escuchaba algún ruido la voz de su collar mecánico decía “ardilla!” y desviaba su atención para ponerla en cualquier ruido que le sonara distinto.

Estás jugando a un juego con tu amiguete y de repente hace… ¡Ardilla!
‘Up’ 2009. Disney/Pixar

–Trata de recordar qué es lo que te gusta de algunos juegos, no sólo mecánica o temáticamente, sino en cuanto a componentes. Porque muchas veces el elemento visual es el primer dato de la lista a la hora de dejarse ceder a la idea de que parezca atractivo y comprarlo. Dale la vuelta a ese estímulo y date el gusto de dedicarle varios minutos a un solo juego, a mirar sus piezas, el tablero y sus cartas. Reconcíliate con él. ¿Por qué elegiste aquél juego? ¿Por qué este y no otro? Recuérdate que fuiste tú quien tuvo el control de elegir ese juego antes que otro y trata de pensar en por qué.

–Intercala, cuando juegues, una novedad con un juego que tenga más de un año o que hayas adquirido hace más de un año. Piensa en esas cifras como algo flexible y que puedas acomodar a tu experiencia. Quizá te sientas mejor intercalando la novedad de ayer con el juego de hace seis meses, o de hace un mes, o de hace dos o tres años. Elige tu propia cadencia de juegos y partidas, pero elígela, así podrás ver que a veces, como dice Vargas Llosa, releer es un ejercicio más bello que leer.

Haz listados y respétalos. Hay algo que me he acostumbrado a hacer desde hace un tiempo con los libros que quiero leer y también con los juegos que quiero jugar o de asuntos relacionados con los juegos de mesa. En realidad hago listas para todo, la verdad. Y en este caso, las introduzco en una aplicación para el teléfono móvil, hay muchas de ellas que pueden servirte, Trello, Evernote, Keep. Si no, lápiz y papel como toda la vida de dios. Por supuesto esto depende de la época que sea, de si tengo más tiempo para jugar o si se da la oportunidad de jugar a otra cosa que no tengo en el radar, que suele ocurrir a menudo. Os pongo un ejemplo, hoy por hoy miro la lista que elaboré a principios de año y encuentro lo siquiente:

* Juegos a los que jugar: Pericles, El año del Dragón, Frostgrave, Warhammer Conquest, Batalla de los 5 ejércitos, John Company, Lewis and Clark, Gaia Projet, Rising Sun, Symbaroum.

*Cosas relacionadas con los juegos que quiero hacer. Visitar el club Reino del norte, comprar Pendragón, hacer print´n play de ROOT, preparar próximo programa de Planeta de Juegos y escribir para Jugar a Perder.

Mis dos últimos juegos, uno al mes. Pendragon de GMT y Saqueadores del Mar del Norte de Primigenio Ed.

Puede que aparentemente no tengan mucho que ver unos juegos con otros pero eso da igual, en realidad lo que ocurre es que estipulo una serie de prioridades de manera activa, por supuesto de forma totalmente personal. Y esta lista no tendría utilidad si no estuviera debidamente poco estirada, no tendría sentido incluir más juegos o más actividades si previsamente no he tratado de conseguir realizar las anteriores. Si tu lista es de treinta o cuarenta puntos, no es una lista, es un despropósito.

Y por supuesto, has de darte margen para lo que pueda surgir, encorsetarse tampoco nos lleva a ningún lugar positivo. Si surge alguna partida o algo relacionado que me apetezca hacer, tampoco voy a ser tan gilipuertas de cerrarme puertas porque “no lo pone en mi lista”. Tomadlo como una guía, una forma de obtener cierto control y ayudarte a hacerte recordar el camino que elegiste seguir.

Los tres siguientes objetivos me funcionan bastante pero son mucho más personales –si cabe–que las anteriores. Insisto, esto me funciona a mí, pero es una manera de ilustrar en qué marco puedo y quiero moverme:

–Mi estantería de juegos es la que es, si hay demasiados juegos y no caben más, han de salir los que no juego o no quiero, ya sea porque los vendo o porque los regale. Admito que hago a veces triquiñuelas para tratar de acometer este objetivo pero al final acabo cediendo gustoso a la idea de que debo revisar mi «colección».

–80/20. El 80% de los juegos que tengo en casa los juego a menudo o tengo posibilidad de jugarlo más o menos con frecuencia. El 20% restante me apasionan aunque no los juegue más que esporádicamente y quiero tenerlos. Ese porcentaje, más o menos, trato de respetarlo y así no dejar estancados juegos a los que no juegue. Si han pasado más de dos años sin jugarse, valoro si están en el lado del 80% o el del 20% y entonces veo si lo vendo o no.

-Sólo compro un máximo de un juego al mes. Admito que hay dos que están en constante crecimiento (los dos LCGs que hago) pero forman parte de la opción elegida y no siempre se da. Uno al mes, no más.

–Llevo un listado de los juegos vendidos y comprados. Tampoco es nada exagerado pero conozco gente que cuando ha realizado este ejercicio se ha dado cuenta del gasto enorme que ha tenido y visualizarlo le ha dado vértigo. Insisto aquí también, no es malo gastarse el dinero que te salga de las narices en lo que te salga de las narices, sólo es malo si te supone un problema. Pero visualizarlo a veces da una perspectiva de tu propia afición que no tenías hasta entonces.

Si al menos uno de estos consejos te sirve para disfrutar más de la afición, me parece que habrá valido la pena. Si no, recuerda, haz lo que te de la gana, pero siempre mientras realmente estés seguro de que lo que haces con tus juegos, con las partidas y con la gente con la que juegas es lo que realmente quieres hacer y te hace sentir bien.

Dicho esto, espero vuestros comentarios con vuestras ideas para poder disfrutar más de vuestros juegos de mesa.

¡Saludos!

Publicado por

LuisFley

Juego a juegos de mesa y casi siempre pierdo. Poco más que decir. Si acaso, que grabo un Podcast sobre ello llamado 'Planeta de Juegos'.

5 comentarios en “Mindfulness en los juegos de mesa (y 2) Algunos trucos del Mindfulness para disfrutar más y mejor de tus juegos

  1. Gracias Luis por esta entrada. Me encuentro en un momento muy parecido a lo que detallas en ella. De hecho este año me he propuesto varios objetivos. Todos pequeños pasos plasmados en hojas excel, desde juegos que quiero retomar, gastos en compras y ventas, numero de partidas jugadas a los juegos y cosas similares que me enseñen lo que realmente disfruto de cada caja de la ludoteca. En un solo mes ya he comprobado cosas que ya estoy intentando cambiar. He sacado a la venta 22 compras compulsivas que no salen a mesa y he hecho una lista de lo que me compro cada mes. Esas compras espero que empiecen a ser meditadas, estudiadas y con la clara intención de que sean ilusionantes, y no solo en el momento de la compra, también en casa cuando repose en la balda.

    Desde que he empezado me siento mejor. No es que antes me sintiese mal, pero reconozco que no me gustaba la forma en la que estaba enfocando el hobby. La semana que viene tengo preparada una entrada que tiene que ver algo con esto, más concretamente las plataformas de financiación y mi relación con ellas. A ver si sacas un hueco cuando la publique y me comentas tu impresión.

    1. Mi correo estaba mal en la entrada y no me ha dado tiempo a rectificarlo. Te lo detallo correctamente en esta respuesta. No se si lo usas para algo, pero por si acaso.

      Un saludo,

    2. Muchísimas gracias. Por supuesto, estaré encantado de leerlo, avísame cuando lo tengas listo. No eres el primero que me dice que también está pensando en hacer este tipo de gestiones internas para tratar de sacar partido a sus juegos antiguos y «pararse» un poco.
      Qué importante me parece «frenar» lo compulsivo…
      Un abrazo.

  2. Gran articulo, la verdad es que parece que ha sido escrito especialmente para mi :D. La verdad es que es difícil decidir que meter, sobre todo con juegos que tienen tiradas cortas y son difíciles de sacar, o con «monster games» como Twilight Imperium. El por si acaso puede hacer mucho daño

    1. Hola!
      te sientes identificado? jeje pues quizá sí que sea escrito para ti entonces!
      Ay, el «por si acaso» casi da más miedo que otra cosa.
      Un abrazo y gracias por tu comentario!

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